Emilia Pardo Bazán. Una obra, una vida. Antonia Pascual Carnicero


Como muy bien apunta la profesora Isabel Burdiel una de las grandes obras de Emilia Pardo Bazán fue su vida. Una vida llena del deseo vehemente de llegar a ser alguien en el mundo intelectual de su época. Lo logró, y se convirtió en una de las grandes escritoras del siglo XIX español y europeo. La personalidad de Pardo Bazán aparece rotunda y al mismo tiempo muy volátil, imprecisa, difícil de aprender, llena de ambivalencias estéticas emocionales y políticas. En el plano largo es un personaje de una pieza, en el plano corto es un rompecabezas; esa multiplicidad de Pardo Bazán, su desconcertante capacidad para escapar al territorio de las definiciones conocidas, es decir, para hacer alguien situado y excéntrico a la vez, una escritora y una mujer que solamente son concebibles en su tiempo, en el tiempo que le tocó vivir y que, sin embargo, fue capaz de desestabilizar esos tiempos y en alguna de alguna manera cambiarlos, alguien que vivió en la segunda mitad del XIX en el que se estaban trazando rígidas dualidades entre lo tradicional y lo moderno, lo reaccionario y lo progresista, lo viejo y lo nuevo, por lo tanto vivió y escribió en un momento crucial de cambio social, económico y político en la España de la segunda mitad del último tercio del XIX y principios del XX.
Años que fueron claves en la construcción del Estado-nación en toda Europa y también en España. Años claves en la definición de los desafíos que se afrontaban con el llamado acceso de las masas de la política y también con el reto que planteaba la inclusión de las mujeres en la nación moderna. Todas estas tensiones recorren la vida y la obra de Pardo Bazán. Fue una mujer muy atrevida, muy rotunda en sus juicios, amante de las polémicas, apasionada y al mismo tiempo radicalmente antisentimental, católica militante y feminista radical, nacionalista española y cosmopolita convencida, crítica con el liberalismo tradicionalista y al mismo tiempo fascinada por el progreso y por la ciencia humanista y en algunos aspectos muy elitista, fue moderna y antimoderna, como lo fueron otros escritores importantes del siglo XIX como Balzac, Flaubert o los hermanos Goncourt.
Pardo Bazán plantea la inquietante pregunta de si se puede ser conservadora y progresista a la vez. Sus novelas y sus extraordinarios cuentos, que, según la crítica, estuvieron entre lo mejor de su obra, fueron decisivas, como las obras de Clarín o de
Galdós, para la renovación de la literatura del siglo XIX y en concreto, para la discusión sobre el llamado naturalismo literario con un ensayo muy importante en su momento, muy controvertido que ella títuló La cuestión palpitante. Autora de novelas canónicas, Los pazos de Ulloa, Madre Naturaleza y otras tan importantes como aquellas Insolación y Morriña o Memorias de un solterón. Hoy los especialistas valoran especialmente las obras del final de su vida La quimera, La sirena negra y ese testamento vital estético que fue Dulce dueño. Sus obras se tradujeron a todas las lenguas del mundo incluidas algunas tan exóticas como el estonio o el japonés. Fue periodista pionera en el periodismo cultural, dramaturga, un ámbito en el que no tuvo éxito, el único, empresaria cultural con una revista y una editorial el nuevo Teatro Crítico y la biblioteca de la mujer que fueron pioneras en la difusión de la literatura rusa en España y en los debates franceses y británicos sobre la llamada cuestión femenina. Tradujo a August Bebel y a Stuart Mill. Célebres fueron sus ensayos sobre la cuestión femenina algunos de ellos publicados inicialmente fuera.
¿Cómo se forjó el gran personaje que fue Emilia Pardo Bazán? Paso ahora a exponer algunas ideas sobre cómo pudo desarrollar sus facultades intelectuales de una manera que era bastante inusual en las mujeres de la época: Emilia Pardo Bazán nace el 16 de septiembre de 1851 en La Coruña, ciudad que siempre aparece en sus novelas bajo el nombre de «Marineda». Hija única de don José Pardo Bazán y Mosquera y de doña Amalia de la Rúa Figueroa y Somoza, recibe una educación esmerada.
Su padre, de posición económica muy holgada y, además, liberal progresista y en cuya biblioteca había volúmenes de Voltaire. Su madre procedía también de la hidalguía gallega y también de familia liberal, ambos fueron un apoyo firme e incondicional para su hija. Lectora infatigable desde los ocho años, a los nueve compuso sus primeros versos, y a los quince su primer cuento, «Un matrimonio del siglo XIX», que envió al Almanaque de La Soberanía Nacional, y que sería el primero de los numerosísimos cuentos -cerca de 600- que publicaría a lo largo de su vida.
Su formación se completó en la capital de España, donde solía pasar los inviernos la familia, debido a las actividades políticas de su padre, militante en el partido liberal progresista.
Para Emilia Pardo Bazán el año 1868, el de la llamada Revolución Gloriosa que destronó a Isabel II, fue fundamental. En sus apuntes autobiográficos aparece con 17 años y dice “este año me casé, me vestí de largo y estalló la revolución de septiembre”. Pero la armonía liberal progresista y la carlista colapsaron para ella en muy pocos años. A partir de entonces Emilia Pardo Bazán miró siempre desde dos orillas no sintiéndose nunca del todo parte de ninguna y reconociéndose a retazos en ambas. Esto lo hizo políticamente, pero también como una mujer con los privilegios de un hombre que al mismo tiempo estaba en el centro y también en el margen del mundo.
Su marido, José Quiroga, otro personaje muy enigmático, le dio el espacio vital necesario para crecer intelectualmente, la respetó e incluso cuenta la leyenda que la amó siempre, en todo caso le proporcionó una libertad inusitada en la época y se eclipsó civilizadamente de su vida cuando ambos dejaron de estar de acuerdo respecto al deseo de Emilia no solo de escribir novelas, un género todavía concebido como escandaloso para una dama, sino novelas naturalistas y además ella quería tener relaciones con intelectuales bastante heterodoxos como los krausistas Augusto González de Linares que defendía las teorías de Darwin en la Universidad de Santiago y con el fundador de la Institución Libre de Enseñanza Giner de los Ríos. También un problema de herencias tuvo algo que ver, pero es menos heroico, en la disolución de ese matrimonio. Al mismo tiempo y desde La Coruña escribía sus primeras novelas, criaba a sus tres hijos, e intentaba darse a conocer a todos los críticos literarios importantes de la época entre ellos Menéndez Pelayo, Galdós que era el que le parecía más grande, Leopoldo Alas Clarín, Juan Valera... En la cuestión de los méritos relativos del naturalismo y el realismo, Pardo Bazán terminó abogando por el realismo, creyéndolo "una teoría más ancha, completa y perfecta que el naturalismo."
En 1876, se da a conocer como escritora al ganar el concurso convocado en Orense para celebrar el centenario de Feijoo. Son años en que todavía no ha abandonado totalmente la poesía. Gracias a Giner de los Ríos se edita en 1881 su libro de poemas, titulado Jaime.
La afición al género novelesco no es temprana en doña Emilia, que consideraba la novela un género menor, de mero pasatiempo, prefiriendo completar, siguiendo un orden, su formación intelectual.

En 1881 publica Un viaje de novios, novela para la que utilizó las experiencias de un viaje a Francia, y ese verano, en Meirás, acaba San Francisco de Asís, ya embarazada de su tercera hija, Carmen. El prólogo de Un viaje de novios es importantísimo para comprender lo que significa el naturalismo en la obra de Emilia Pardo Bazán, así como la serie de artículos que publica entre 1882 y 1883 bajo el título de La cuestión palpitante, la del naturalismo, corriente literaria que dio a conocer en España.
En esta línea naturalista se inscribe la tercera novela de doña Emilia, La Tribuna (1883), así como las posteriores de Los pazos de Ulloa (1886), La madre naturaleza (1887) y La piedra angular (1891), aunque entre La Tribuna y Los pazos de Ulloa escribe Emilia Pardo Bazán una novela en la que se aparta de la técnica naturalista. Se trata de El cisne de Vilamorta, en la que conjuga la observación realista con ciertos elementos románticos. Además, entre La madre naturaleza (1887) y La piedra angular (1891) publica cuatro novelas que tampoco pueden considerarse naturalistas: Insolación y Morriña, ambas de 1889 y ambientadas en Madrid, han sido consideradas por la crítica dentro de las coordenadas del realismo, y Una cristiana y La prueba, las dos de 1890, como participantes de cierto idealismo, tendencia que se observa también -con el paréntesis de La piedra angular-, en el ciclo de Adán y Eva, formado por Doña Milagros (1894) y Memorias de un solterón (1896).
En 1891 emprende una nueva aventura periodística con “Nuevo Teatro Crítico”, revista fundada y escrita completamente por ella, que tanto en su título como en su planteamiento misceláneo, cultural en sentido amplio, y divulgativo quiere rendir homenaje a su admirado Feijoo, y en 1892 funda y comienza a dirigir la Biblioteca de la Mujer.
Desde tiempo atrás doña Emilia venía colaborando en numerosas revistas y periódicos, con crónicas de viajes, artículos, ensayos y numerosísimos cuentos que agruparía en varias colecciones: Cuentos de Marineda, Cuentos de amor, Cuentos sacro-profanos, En tranvía (Cuentos dramáticos), Cuentos de Navidad y Reyes, Cuentos de la patria, Cuentos antiguos... Y también en la prensa, en “La Lectura”, empieza a salir en 1903 su novela La Quimera, que dos años después vería la luz como libro. Confirmando su criterio de que la novela debe reflejar el momento en que es escrita, pueden apreciarse en La Quimera ciertos ecos modernistas y simbolistas.

Es doña Emilia una figura reconocida en la vida literaria, cultural y social. En 1908 comienza a utilizar el título de Condesa de Pardo Bazán, que le otorga Alfonso XIII en reconocimiento a su importancia en el mundo literario; desde 1910 era consejera de Instrucción Pública; socio de número de la Sociedad Matritense de Amigos del País desde 1912... Dos años después se le impondría la Banda de la Orden de María Luisa, y recibiría del Papa Benedicto XV la Cruz Pro Ecclesia et Pontifice... En 1916 el ministro de Instrucción Pública la nombra catedrática de Literatura Contemporánea de Lenguas Neolatinas en la Universidad Central.
El 12 de mayo de 1921, una complicación con la diabetes que padecía le provoca la muerte. Al día siguiente, toda la prensa hablaba de la escritora fallecida el día anterior, que fue enterrada en la cripta de la iglesia de la Concepción de Madrid.
Como Mujer Creadora de mundos, como escritora, su lucha con el entorno, con los recelos, con la displicencia de muchos tuvo que sortear una misoginia que venía con los tiempos, aunque había gente que no lo era. “Cómo habría cambiado mi vida de haberme llamado Emilio”, decía. Por ello trató de construir un yo biográfico frente a la autoridad paralizante de las convenciones sociales, disfrazadas hoy como siempre de sentido común, de ciencia, de moral o de distintas formas de corrección política o historiográfica.
Emilia Pardo Bazán se presentó en público como una intelectual versátil que creía sobre todo en el talento.
La literatura para ella tenía que ser en parte un bisturí de análisis social y de análisis del mundo que la rodea y hablaba ese método de análisis implacable que nos impone el arte moderno, algo que consideraba esa manera de abordar la literatura como muy poco femenino. Aquel método de análisis fue su primer vehículo de conocimiento, pero fue también un vehículo de conocimiento de sí misma, de la multiplicidad de individuos que había dentro de ella, y que como decía San Agustín en ese momento en el que un hombre, en este caso una mujer se convierte en pregunta para sí mismo desde muy temprano.

Sabías que ¿Existe en nuestro tiempo “una corriente de historiadores que se han apropiado de la historia de España con fines propagandísticos e ideológicos” para oscurecer la verdad sobre la historia de España?

¿Existe en nuestro tiempo “una corriente de historiadores que se han apropiado de la historia de España con fines propagandísticos e ideológicos” para oscurecer la verdad sobre la historia de España?

Así lo señala el doctor en Ciencias Políticas especializado en Historia y Política Internacional, D. Marcelo Gullo Omodeo en  su libro “Nada por lo que pedir Perdón.”

Para estos supuestos historiadores, inventores de la Leyenda Negra de España, militantes en manipulación e  hipocresía, “la historia de España consiste en una ilimitada serie de atrocidades cometidas durante la conquista de América de las que el pueblo español debería avergonzarse eternamente.”

 “Así, con cierto placer morboso, relatan el “asesinato” del inca Atahualpa a manos del “cruel y sanguinario” Francisco Pizarro, pero casualmente, de forma hipócrita se olvidan de contar que mientras “Pizarro mataba a Atahualpa, que no era sino un rebelde y usurpador, sanguinario y fratricida, el rey Enrique VIII de Inglaterra asesinaba a su mujer Ana Bolena  y  ahorcaba a 72.000 ingleses para resolver el problema de exceso de población que entonces padecía el país.”

La investigación del profesor Gullo basada en documentos históricos que muestra el proceder  humanitario de los españoles en la conquista de América, nos da otra versión de los hechos.  Señala que durante la conquista, “las capitales de México y Perú” fueron liberadas por los españoles del yugo de la esclavitud y del canibalismo. Los españoles formaron un ejército de liberación compuesto de 200.000  indígenas a los que “aztecas y quechuas habían sometido a la fuerza con anterioridad, puesto que en realidad eran los nietos y los hijos de las mujeres que aztecas e incas habían violado a discreción. En México por ejemplo, los hombres que integraban aquel ejército de liberación eran los descendientes de las más de 20.000 víctimas que cada año los aztecas llevaban a la pirámide de Tenochtitlan para arrancarles el corazón y distribuir sus extremidades entre la nobleza para que las esclavas cocinaran el suculento guiso que se preparaba con carne humana y abundante maíz y que se servía con salsa de ají, a gusto del comensal. Así mismo, en Perú, los integrantes del ejército de liberación eran los abuelos, padres y hermanos de las niñas que los incas sacrificaban arrojándolas desde las cimas de los volcanes o que enterraban vivas cada vez que se inauguraba un templo o moría un emperador.”

 “Si bien es verdad que la guerra fue cruel y sangrienta, pensad qué guerra no lo es, para la mayoría de los pueblos oprimidos de Centroamérica y los Andes, los españoles supusieron una bocanada de aire fresco puesto que no hubo invasión sino liberación del imperio tiránico y antropófago de los aztecas y del dominio salvaje de los incas. La caída de Tenochtitlan y Cuzco significó para los indígenas, el fin del poder, la esclavitud y el sometimiento a ambos imperios”

                Del libro “Nada por lo que pedir perdón” de Marcelo  Gullo  Omodeo.

Crónica Club de Lectura 11 de septiembre 2023

La novela tiene 3 partes  y en general ha gustado más la segunda parte, hasta el final les ha dejado con la intriga. Pero hay otra parte de las asistentes que les ha gustado más la 1ª parte, a pesar de que es muy reiterativa (lo toman como técnica literal para entender “caer en el pozo).Las 3 tiene algo de farsante, cada uno en su historia.

Es una novela adelantada a su tiempo pero, pero al final cae en los paradigmas más tradicionales.

También ha gustado como contrapone la mentalidad oriente –occidente.

Explica una forma de vida que hoy no existe. Refleja la perseverancia.

Antonia ve la sociedad patriarcal. Ella ELIGE ser pelirroja, con las connotaciones que ello implica en la sociedad turca. El hijo descifra el pelo rojo de su madre como de prostituta. El hijo tiene complejo de Edipo. Ella no ha tenido en cuenta los deseos del hijo, no piensa en él. El hijo está anulado por la madre. Movida por la posición adinerada del padre, no por lo que el hijo quería. Antonia defiende que desarrolla neurosis obsesiva.

Tiene que ver con la cuestión edípica (asesinato, incesto y el abandono del hijo es fundamental). Madre incestuosa, asesinato y abandono marcó la hostilidad del personaje que la llevó a abandonar al sustituto del padre que era el pocero. Cuando abandona al pocero le resulta horroroso ya que sabe que puede morir en el pozo. Hay sentimiento de culpa que la llevará a volver al pozo. El incesto aparece con las caricias de su hijo y la relación con el hijo de su amante. El hijo no puede separarse de esa relación.

Emilia Pardo Bazán: Entre el amor y la amistad - La Pasión por la escritura por Ana Cristina Carlós

Emilia era un alma libre, vivió de acuerdo a su deseo y sus convicciones . Las letras fueron su verdadera pasión, formando parte de esa brújula que orientara su camino durante toda su vida. Novelista, periodista, traductora, critica literaria, editora, catedrática universitaria, pero ante todo mujer pasional. Amaba la vida y profundamente la letras.

Dotada de una fuerza creadora y vital , Se decía de ella que era poseedora de un alma masculina, pues los prejuicios de ese momento y de hoy en día, no permitían que ella brillara con luz propia desde su posición femenina. Ella se definía así , aludiendo a su lado viril.

Su matrimonio con Quiroga se ve puesto en cuestión de la Tribuna
“ a pesar de las fuertes desavenencias los cónyuges permanecieron juntos hasta 1884, año en el que (…) se producirá la separación .Durante los años que mediaron entro los primeros problemas y la ruptura , la vida de Emilia había experimentado grandes cambios. Primero porque entre 1876 y 1881 nacieron sus tres hijos y segundo, porque había pasado de ser una “literata”que publicaba sus versos y artículos en revistas de provincia a una intelectual que desafiaba a los sectores más conservadores de la sociedad de la época, apostando por el naturalismo, tema considerado inmoral por muchos y además, impropio de una pluma femenina”.
No es ajeno a esta posición que su matrimonio haya naufragado, frente a esta fuerza creadora que mostraba sus cimientes , su marido se mostraba frágil y endeble sometido a la voluntad materna que no cesaba de ejercer su autoridad , que lo despojaba de su herencia. Cuestión problemática, que producía enfrentamientos y disputas entre las dos familias-

Emilia en su actividad desbordante se apropiaba de lo que encontraba estimulante a su paso. Pero la concepción del amor y el fluir de su sensualidad parecía poner en evidencia que su posición sexual, no era tan masculina, sino que ávida de amor y pasión hizo su entrega en la relación pasional con Pérez Galdos que es donde nos vamos a detener de la mano de los editores Isabel Parreño y Juan Manuel Hernandez que recopilaron las cartas de esta relación amorosa . No podemos dejar de mencionar que , tal como se entregaba a las letras, a la crítica literaria , a lectura todo lo que despertaba su interés la convertía en esa esencia de espíritu pasional y fundamentalmente mostrando a la sociedad de ese momento que era dueña de su vida, que se apropiaba disfrutando de ella cada día y en consecuencia con este paso decidido se forjo un lugar importante. Sin dejar de plantear una lucha feroz en contra de las murallas elevadas desde la marginación de la ideología machista, intentando franquear en defensa de su libertad de pensamiento, el muro que los hombres de su tiempo le habían erigido.

Aristocrática, altanera, soberbia, sabía bien lo que aportaba en cada sitio y supo afrontar con destreza intelectual, las críticas, los insultos y marginaciones de un entorno machista y voraz. Ella adoraba al hombre y fue capaz de enunciar tanto su admiración por lo masculino como la critica al machismo y la doble moral.

Podemos ciar el prólogo de Las correspondencia a Galdos, que comienza con una frase muy elocuente de su padre José Pardo Bazán que sin duda , al recibir el empoderamiento desde la voz paterna abriendo un horizonte de libre de pensamiento . Dice:

“Mira, hija mía , los hombres somos muy egoístas, y si te dicen alguna vez que hay cosas que pueden hacer los hombres y las mujeres no, dí que es mentira, porque no puede haber dos morales para los dos sexos.”

En la realización de su camino vital , esta máxima la ha marcado con un compromiso subjetivo que se convirtió en la guía y brújula de su ser.

Desde este deseo decidido nos podemos interrogar acerca de esta disputa entre los sexos, los géneros, las jerarquías . Ella intentara conjurar tanto desde su vida como de su obra un nuevo pensamiento para que se constituye en un modelo y ser habitado por la mujer , pensamiento que en ese tiempo histórico no estaba permitido porque era tachado con lo que se constituía como la segregación del sexo femenino. ¿quien podría decir con certeza soy totalmente hombre o soy una mujer.? ¿en el campo intelectual cual es la característica de lo viril o de lo femenino. Esta apropiación de lo masculino del saber intelectual marca una apropiación desmedida ¿es que la inteligencia, el talento artístico tiene sexo?

En la casa Museo Coruñesa. Marineda.
La autora de la recopilación de la correspondencia nos dice que al aproximarse al personaje,
veía
“una figura rechoncha, embutida en plumas o tules fantásticos, como aparecía retratada por los pintores de la época, la cual le sugería esa imagen plana de los libros de texto o la contraportada de sus novelas. “

Pero ella no dejaba de hacer gala de sus encantos y sus posibilidades de conquista. Investigando podría ver la admiración que provocaba en ciertos hombres de Letras entre otros, la dedicatorias de algunos escritores, Blasco Ibañez, Rubén Darío, o Benito Pérez Galdós.

¿Como explicar sino la tenacidad de la escritora en demostrar que la razón debía estar siempre del lado de la inteligencia y que la inteligencia no tiene sexo?
Nos dice la autora que una caricatura que circulaba en los periódicos de la época mostraba a la escritora en ropa interior, calzándose unos pantalones. Galdos reconoce con cierta amargura “En este desgraciado País, incapaces los hombres de equipararse a las mujeres, se dedican a difamarlas. “

La potencia creadora no tiene sexo. Que sea masculina es un fantasma de un absoluto predominio narcisista.

A partir de 1898 una parte de sus ensayos cobrara un enfoque feminista.
el ser humano para doña Emilia no tiene sexo. Los derechos que amparan al individuo en la sociedad no pueden excluir a la mujer . La consideración del sexo femenino por tanto , debe cambiar . “lo único que creo que se debe en justicia a la mujer es la desaparición de la incapacidad congénita conque la sociedad la hiere. Igualense la condiciones,y la libre evolución hará lo demás “11.

Entre sus conferencias abordo temas controvertidos, la educación de las mujeres su lema fundamental, o también de que modo la hipocresía de la sociedad en su consideración de la moral masculina y femenino, el rechazo de la maternidad como única misión de las féminas en la tierra. “todas las mujeres conciben ideas, pero no todas conciben hijos.”
El ser humano no es un árbol frutal que solo se cultive para la cosecha”
esclavitud femenina de Stuart Mill.

Cuando funda la biblioteca ella se da cuenta que a las mujeres no le importa el feminismo. E ironiza que no es útil hablar de derechos y adelantos femeninos sino del escabeche de las perdices.

La relación amorosa con su amigo del alma, como lo denominará, será breve, pero intensa en su calidad, la colaboración y la amistad entre ambos, se mantendrán a lo largo de los años. A partir de su separación los encuentros eran secretos. Y enamorada pasional mente, vierte también, sus críticas.

Es interesante plantear como Emilia, va poniendo en juego sus teorías sobre a doble moral y como se juegan de distinto modo para el hombre para la mujer, ella tiene un affaire, con Galdiano, mientras su amante ya estaba aproximándose a su próxima relación. El reprocha su infidelidad, y ella le plantea.

“Pero ahí tiene tú lo que sois los hombres. Os parece más ridícula que ninguna la situación de José(infiel) y sin embargo queréis que nosotras seamos unas estatuas de piedra berroqueña insensible a las influencias del medio ambiente, la noche y la ocasión, ¡Ah picaros¡
ella se reconoce como una mujer de “desatadas pasiones” y sensible a la belleza masculina.
“en alguna de sus cartas más intimas , y en correspondencia con su carácter vital y saludable, se muestra como una mujer de sexualidad activa que se expresa con plena libertad.14.

La confesión de Asís . La insolación “
“..Sr .porque no han de tener las mujeres derecho para encontrar guapos a los hombres que lo sean?(…) sino lo decimos, lo pensamos , y no hay nada mas peligroso que lo reprimido y lo oculto. Estaba imbuida de los novedades del psicoanálisis. era Freudiana.

Sin embargo para Emilia , este aliciente físico debía unirse a la afinidad espiritual, a la comunicación intelectual y al goce artístico compartido para convertirse en una verdadera pasión amorosa.

La relación con Galdos se sitúa bajo el marco del secreto, en tanto ella estaba separada, y no era prudente sacar a luz pública estos amoríos. O sea que la correspondencia era mantenida bajo un disfraz, y los encuentros también. La relación es amorosa es más firme entre los años, 1888/1889.

“Dentro de la pasión amorosa , la autora ubica también, señala la parte mas pragmática de su carácter, de su irrenunciable independencia”15. Este es otro punto que debemos considerar dentro de su posición femenina y feminista. Que podemos considerar como dos posiciones diferentes. De un lado , su independencia económica, su respeto por su trabajo, y ella misma como promotora y difusora de su producción, que constituyen espacios a considerar en su promoción a la independencia. Y una verdadera trasmisión en cuanto a los ejes a considerar en una vida de independencia.

No solo promulga el derecho a la educación de las mujeres sino el derecho al respeto por su producción artística. En alguna de las cartas a Galdos, Emilia se apresura a hacerle notar , con dulce energía, la escasez de tiempo disponible la necesidad de las ocho horas de trabajo de diario, imprescindibles para mantener su emancipación económica . Del mismo modo, cuando doña Emilia dispone del dinero familiar, una vez fallecido su padre, decidirá invertirlo en su propia publicación. “El nuevo teatro Crítico.” en lugar de asociarse con su viejo amigo Lazaro Galdiano.

 

Es decir ella era la propia promotora y propiciadora de su obra, es interesante como ella, se encargaba de difundir su escritura , y la enviaba a diarios de España e internacionales. Esta independencia de espíritu que le hacía promover constantemente su obra para que llegue a destino. Quería hacerse conocer por su producción y en este sentido saltaba todos los limites geográficos.

Desde una mensaje femenino y feminista, porque no solo abogo por su independencia y promulgo la idea de no tutelarse bajo ninguna tiranía que la someta , sino que autorizo en invento en su poética un universo femenino novedoso a través de dibujar ese campo femenino de libertad sexual en nombre de que las mujeres, no solo tienen derecho a trabajar, sino a elegir y a gozar de todos los campos de la vida, amorosa, del goce sexual y de la producción. En su obra y en su vida nos ha dejado una verdadera enseñanza, es por ella que para nosotros es una de nuestras mujeres celebres y aquí va nuestro agradecimiento.

Ana Cristina Carlós Fregenal.

Medea por Paqui Moreno

SOBRE METÁFORAS Y SABERES

Medea representa en la Mitología a la mujer malvada, fatal y vengativa. Era hija del rey de la Cólquide y sacerdotisa de Hécula, la diosa de la noche, conocía por ello muchos conjuros mágicos y , como todas las vírgenes dedicadas a ese culto, era hechicera.

En la Cólquide, guardado por un dragón que jamás dormía, se hallaba colgado de un árbol el más preciado tesoro de toda Grecia, el Vellocino de Oro, y en su búsqueda había salido una expedición formidable en la que participaban más de cincuenta héroes griegos, embarcados en un navío especial llamado Argos, al mando del cual estaba Jasón. Después de salvar muchos peligros y vencer numerosos obstáculos, los argonautas llegaron a la Cólquide y se presentaron ante el rey Eetes que astutamente les impuso unas condiciones terribles obligándoles a sufrir duras pruebas para obtener el vellocino; sabedor de que, aunque los argonautas eran los héroes más valerosos de Grecia, las pruebas eran imposibles de superar por ningún mortal.
Pero la princesa Medea, desde que lo vió por primera vez se había enamorado de J asón y el extranjero que lo sabía le pidió que le ayudara en la empresa y le prometió casarse con ella si lo conseguía.

La enamorada Medea dudó y sufrió mucho porque ayudar a J asón significaba traicionar a su padre, pero finalmente decidió usar sus dotes de hechicera y con ungüentos mágicos protegió a Jasón del resuello de fuego de los toros de bronce que en lugar de destrozar al héroe se dejaron uncir al arado. En el Campo cultivado por Jasón, Eetes sembró serpientes y de esta semilla nacieron guerreros a los que las armas les crecían en el propio cuerpo, pero cuando el terrible ejercito se disponía a despedazar a Jasón, nuevamente los hechizos de Medea hicieron que los guerreros se atacaran unos a otros aniquilándose en un terrorífico baño de sangre ante los ojos del propio Eetes.

Finalmente, Medea condujo a Jasón al árbol donde guardaba el Vellocino y durmió al dragón. Cuando la expedición regreso a su patria Jasón consiguió el áureo trofeo y a Medea convertida en esposa, pero encontró que su padre, anciano y moribundo, había sido destronado por su tío aprovechándose de su debilidad. Medea incapaz de ver sufrir a J asón y recordando a su propio padre se conmovió y decidió intervenir con su magia. Hizo un corte en el cuello de su suegro por el que lo desangró .. completamente y por la herida vertió .un liquido preparado por ella con hierbas y visceras · de animales.de todos los puntos de Grecia,. el .cuerpo inerte recobró la viday también la juventud, lo que lógicamente maravilló a todos en el reino.
Entonces Medea convenció a los hijos del rey usurpador para que descuartizaran a su padre e hirvieran los pedazos en un caldero, preparado por la hechicera, para que éste también rejuveneciera. Pero el experimento fracasé> y el pueblo horrorizado por la crueldad del crimen, en lugar de ofrecerle el trono a Jasón, lo obligo a exiliarse con su perversa esposa.

La familia encontró asilo en la corte de Minos, donde Jasón se enamoró de la hija del rey,. repudió a su esposa y pidió la mano de la princesa.

Medea, loca de celos, tejió el más maravilloso velo que jamás se hubiera visto y lo envió como regalo de bodas a la novia que quedo deslumbrada, pero cuando se lo puso, este se incendió dándole muerte.

No quedo con ello saciada la sed de venganza de Medea; con sus propias manos estranguló a sus cuatro hijos y envió los cadáveres a Jasón, que en lugar de la ceremonia gozosa que esperaba, se encontró preparando el mismo día los funerales de todos los que más amaba. Cuando abrumado de dolor se disponía a darles sepultura, Medea se presentó y arrebatándole . los cadáveres, se elevó al cielo con ellos en un carro de fuego tirado por dragones.

¿Cuándo Acudir a Fundación Anna O?

Fundación Anna O. está especializada la salud emocional de la mujer, esta puede verse afectada por múltiples factores, muchos de ellos difícilmente perceptibles por quien los sufre. Algunos de los casos que solemos tratrar son: Maltrato físico y psíquico,  separación, depresiones, angustias, fobias, ataques de pánico, dificultades en la sexualidad, embarazos indeseados, dificultades en el aprendizaje, intentos de suicidio, anorexia, bulimia, conflictos familiares o abusos sexuales, violación y todo aquello que derive en un sufrimiento intolerable.

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