Historias a la luz de la Lumbre | La Forzosa

Hace ya algunos años atrás, vivía una familia de labradores en un pueblecito montañés con varios hijos, el menor se llamaba Santiago y estaba muy mimado por sus padres, por lo tanto, poco acostumbrado a trabajar y desenvolverse por sí mismo.

Una vez terminada la temporada veraniega y recogida la cosecha de "verdeos", tenían por costumbre conservar las verduras de forma natural, bien secándolas al sol, en botellas o

ensartándolas en hilos para consumirlas durante el largo invierno; así las patatas, que en la temporada invernal podrían ser vendidas más caras y aliviar de esta forma la escasez que existía, daban en conservarlas en un gran hoyo que cavaban en la tierra de la propia finca, cubiertas por una mezcla de tierra y ramas.

Un día de invierno en que fue necesario hacer uso de este fondo de inversión, mandó el padre de Santiago a éste a por las patatas con la mula, ya que había un largo camino que recorrer montaña arriba. Como quiera que no podían acompañarle, se quejaba de que sólo no podría cargar las patatas sobre la mula. El padre que veía la necesidad de que su hijo se espabilara, le dijo: "no tienes de qué preocuparte, cuando necesites ayuda llamas a la forzosa y ella te ayudará. Confiado se dirigió al campo, sacó las patatas, que habían de ser vendidas del hoyo, las metió en herpiles, las cubrió de ramas, las cosió y una vez tenía la carga preparada y satisfecho por su trabajo llamó a la forzosa. Pero ésta no aparecía. Volvió a llamar una y otra vez pero nadie acudía en su ayuda. Ya desesperado y viendo que la noche se acercaba, decidió probar cargando la mula él solo.

Puso en marcha todo su ingenio, probó de una forma y otra hasta que logró por fin una carga segura que le permitió llegar hasta su casa con éxito. Su padre le esperaba y el hijo al verle exclamó muy enfadado: "¡Padre, usted me aseguró que si llamaba a la forzosa ella me ayudaría, pero la forzosa por más que la he llamado no apareció!". El padre le pregunta, "¿entonces quién te ayudó a cargar la mula?", el hijo que empezaba a caer en la cuenta le dijo: "Pues nadie, yo lo hice solo", y el padre, con cariño le dice: "Pues ya lo ves hijo, esa es la forzosa".


Mª Gracia Balderas.

Día de la fibromialgia

En este día 12 de Mayo, día de la fibromialgia cuya manifestación dolorosa en el cuerpo, para algunas pacientes es terriblemente insoportable, ¿sabías que?:

“En sí, el dolor no tiene ningún valor ni significación. Está allí hecho de carne y, sin embargo, para aliviarlo debemos tomarlo como expresión de otra cosa, desprenderlo de lo real y transformarlo en símbolo. Atribuir un valor simbólico a un dolor que, en sí mismo, es pura realidad, emoción brutal, hostil y extraña; es, finalmente, el único gesto terapéutico que lo hace soportable.

Podemos decir que cuando se da un fragmento de vida, que pone en contacto a dos seres: uno que sufre (el paciente) y otro que acoge ese sufrimiento (el psicoanalista)....... el psicoanalista es un intermediario que recibe el dolor inasimilable de su paciente y lo transforma en un dolor simbolizado.

Dar sentido (simbolizar) al dolor, significa para el psicoanalista, armonizar con el dolor del otro (su paciente), tratar de vibrar con él y, en ese estado de resonancia, esperar que el tiempo y la palabra lo desgasten. Dar sentido a un dolor insondable es, disponer un lugar en el seno de ese vínculo especial, que se establece entre paciente y psicoanalista, donde ese dolor pueda ser gritado, llorado y erosionado a fuerza de lágrimas y palabras.”  

Juan David Nasio. Psicoanalista. Metapsicología del dolor

Historias a la luz de la Lumbre | El Agonía

Hace muchos años cuando todavía los pastores abundaban por las montañas de mi pueblo granadino, cuando había tanta necesidad que no teman que llevarse a la boca; volvían estos de su trabajo al atardecer y después de recoger el ganado se reunían en uno de los cortijos de aquellas sierras para cenar al calor de la lumbre. Comian casi siempre de cuchara, unas veces migas, otras guisado de patatas, pues no había mucho que elegir.
Uno de ellos acostumbraba a empezar a comer el primero por aquello de que "El que come primero come dos veces". Los compañeros le decían bastante mosqueados:

-"Pero chiquillo ¿no te quemas?. Sería mejor que esperases un poco a que se enfríe algo la comida".
Y el contestaba:

-"¡Que va! si sólo esta calentillo" .

Como esto se repetía una noche tras otra, tramaron darle una lección. Acordaron entre todos meter la. cuchara en el fuego, entre las ascuas, aprovechando un momento en que nuestro pastor salió a por leña y mientras los demás preparaban la mesa. Cuando regresó cogió su cuchara ya metida en la cazuela dispuesto a comer. Todas esperaban ansiosos el momento, pensando que a partir de aquella noche habría comida para todos. En la primera cucharada que este se metió en la boca exclamo:
-"¡Mecachis, hoy si esta caliente el guisado de papas! ¡Quema hasta la cuchara!".
Según contaban los compañeros la piel de la lengua quedó pegada a la cuchara y desde entonces se convenció de que era mejor esperar a que se enfriara la comida.
Mª Gracia Balderas.

Resumen del Club de Lectura Fundación Anna O. 3 de mayo 2023

Ha gustado mucho, transmite y llega, como describe y son los personajes. La historia de la autora es muy interesante y toca con la de los personajes. Se parece a Enmanuel Carrè, por cómo habla de su abuelo (una novela dura),es una novela muy redonda crea unos personajes muy creíbles.

Ha hecho  reflexionar, parar y darse cuenta de lo que está ocurriendo hoy día. Sentir compasión por personas invisibles y remueve.

Es un libro duro. El protagonista (Inmigrante) tenía metas y le movía la envidia y la codicia desmesurada. Es un personaje nefasto, avanzó a cualquier precio, sin límites.

Llama la atención en un espacio tan corto cómo describe a los personajes. Ningún personaje es modelo de persona. Ningún personaje es feliz.Es una genialidad la cantidad de matices de personajes en tan pocas páginas.

El siguiente club de lectura es el día7 de Junio a las 19:15hrs, la novela es “Madres e hijos” de Theodor Kallifatides

club de lectura cuadrado

Historias a la luz de la lumbre | El Tesoro

Hace unos días visité a una amiga de mi madre. Según se desarrollaba nuestra conversación, evocaba ella tiempos pasados mientras decía:

- Aún recuerdo la historia que tu madre me contaba.

Y mientras la iba narrando, yo la desempolvaba de la memoria, tantas veces la había oído contar cuando pequeña.

Se trataba de unos vecinos de la casa de mis padres. Esta familia; contaba con poco recursos económicos como casi todas las familias de los años 40. La pared del comedor se le desconchaba día a día, y al tener poco dinero, pensó el hombre en arreglarla él mismo.

Se puso en faena quitando la primera capa y se hizo un pequeño agujero. Como tenía empeño en hacerlo bien siguío hurgando viendo como el agujero se agrandaba hasta que ante él, apareció un hueco y trás él una pared. Sintió curiosidad y continuó con más ahinco su trabajo pensando:

- ¿Habrá un tesoro?

Brincaba de alegria, al tiempo que quitaba más y más pared.

- Alguien la ha tapiado para guardar algo importante, así que tengo que encontrarlo.

Cuando más entusiasmado estaba, llamaron a la puerta sobresaltándolo.

- Esta casa es mía pensó, por lo tanto el tesoro también es mío. No voy a compartirlo con nadie. Desde luego que no.

Se dirigió hacia la puerta de la calle, con mucho cuidado para ver quién era. Se alivió al reconocer a su mujer. Abrió la puerta y deseoso de compartir su alegria se lo explicaba atropelladamente mientras la empujaba hacía el comedor.

- ¡Mira, mira! Esto es un hueco que han tapiado, y debe haber algo muy valioso, un tesoro de mucho valor. ¡Y es nuestro! ¡Lo he encontrado yo!

La mujer que aún no había abierto la boca, se quedó mirando el hueco. Se apartó y sin decir nada salió del comedor. Al minuto, el marido, sin saber porqué su mujer se había marchado la ve justo delante de él, al otro lado del agujero, y extrañado le dice:

- ¡Frasquita! ¿Cómo te has metido ahí dentro? ¿y por dónde?

La mujer se agachó, y cogiendo algo con las manos le responde al marido:

- Muy fácil, si querías encontrar la canastilla de tus calcetines rotos, solo tenías que haber entrado por el dormitorio y abrir la puerta de la alacena, si a esto le llamas tú, un tesoro.

Paqui Vallejo Román

¿Cuándo Acudir a Fundación Anna O?

Fundación Anna O. está especializada la salud emocional de la mujer, esta puede verse afectada por múltiples factores, muchos de ellos difícilmente perceptibles por quien los sufre. Algunos de los casos que solemos tratrar son: Maltrato físico y psíquico,  separación, depresiones, angustias, fobias, ataques de pánico, dificultades en la sexualidad, embarazos indeseados, dificultades en el aprendizaje, intentos de suicidio, anorexia, bulimia, conflictos familiares o abusos sexuales, violación y todo aquello que derive en un sufrimiento intolerable.

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