Hace unos días en un pueblo donde pasaba las vacaciones, una mujer me contaba cosas de cuando era niña. Me contó una historia que bien podía haber pasado por un chiste de esos, que se cuentan en las reuniones sociales, para que el ánimo, no decaiga.
El caso que voy a contar, tal y como me lo contaron, sucedió en el medio rural hace ya muchos años.
Se trataba de un matrimonio mayor, la mujer se llamaba Dolores mientras el marido respondía al nombre de Frasco. Este hombre se enfermó, y como en este pueblo, al igual que en tantos otros, no había médico, la mujer se desplazó al pueblo vecino, que poseía un pequeño dispensario, al que acudía un médico tres veces por semana.
Cuando le tocó el tumo a Dolores, ésta sentándose frente al médico le explicó los síntomas de la enfermedad del marido sin omitir detalle.
El médico, que era un hombre muy amable, la escuchó atentamente, y tomando su bloc de recetas le dijo:
-"¡Bueno Dolores, no te preocupes!". Por lo que dices la cosa no tiene importancia, así que te voy a recetar un jarabe para que se lo des a tu marido.
Dicho ésto, pasó a explicarle cómo tenía que darle la medicina al.enfermo y le aseguró que el mal pasaría si seguía las instrucciones al pie de la letra.
Dolores dijo, que así lo haría, y despidiéndose del doctor, después de darle las gracias, hizo el camino de vuelta hasta llegar a su casa.
Pasaban los días y el marido no mejoraba. Este encontrándose cada vez peor le decía a su mujer:
- "Dolores, esta medicina me está matando, temo la hora en que tengo que tomarla. ¿ Te enterastes bien de cómo me la tenías que dar?"
· A lo que exclamaba su mujer:
-"¡Pues claro que sí!, lo hago igual que me dijo el médico"
Pero seguían pasando los días y Frasco emperoraba. Así que la mujer decidió por segunda vez ponerse en camino e ir a contárselo al médico.
-"¡Mire Doctor! mi marido está mucho peor. Cuando le doy el jarabe vomita, tirita, se marea, es que se descompone "tó", yo hago "toito" lo que usted me dijo. Después de cada comida, le doy un meneo a mi frasco antes de darle el jarabe, y el pobrecito le da la muerte. ¡Como usted me dijo que lo agitara muy bien!"
El médico, sin poder contenerse, le responde:
-" Dolores, te dije que agitara el frasco, no a tu Frasco".
Aportada por Paqui Vallejo Román Voluntaria de Anna O